En cuanto a los movimientos actuales, ninguno puede conducir a una verdadera renovación o creación. Ni el dadaísmo ni el surrealismo que tienen un solo sentido: el pederástico.
Más de una persona se asombra no de que yo sea buen católico, sino escritor, diplomático, embajador de Francia y poeta. Pero a mí no me parece que haya nada extraño en esto. Durante la guerra estuve en Sudamérica para comprar trigo, carne en conserva, tocino para los ejércitos, y le di a ganar a mi país doscientos millones.
PAUL CLAUDEL, entrevista en Il Secolo reproducida por Comoedia el 17 de junio de 1925, Ediciones CNRS, 1982 (pág. 205-206), extraído de Wikisource Francia (AQUÍ)