JUANA LIBEDINSKY: Hablando de J. K. Rowling, resulta imposible olvidar el escándalo que armó usted cuando publicó su crítica sobre el primer libro de la serie de Harry Potter.
HAROLD BLOOM: Bueno, pero todo comenzó bastante inocentemente. El editor de la página de opinión de The Wall Street Journal me llamó y me pidió que le hiciera una reseña sobre Harry Potter. Yo le dije que no sonaba como el tipo de libro de mi especialidad, pero me dijo que mucha gente creía que yo era el crítico literario más importante del momento y que verdaderamente les serviría mi opinión sobre el tema. Y con eso, naturalmente, me convenció. Así que fui a una librería y me compré el primer volumen. No podía creer lo que estaba delante de mí. Lo que me resultaba más insoportable era la cantidad de clichés que usaba la autora. Escribí mi artículo y fue publicado. No es una exageración decir que comenzó un infierno. El editor me llamó diez días después y me dijo que nunca había visto algo así. Habían recibido unas cuatrocientas cartas de lectores insultándome y una sola a favor, que él creía que yo mismo había mandado. La cosa nunca más paró. Pero, por supuesto, la serie de Harry Potter es una porquería. Como toda porquería, eventualmente, el tiempo la dejará en el olvido. Pero, mientras tanto, no escribo más sobre el tema. Me he convencido de que es como luchar contra el océano.
HAROLD BLOOM, entrevistado por Juana Libedinsky, Bush y Shakespeare, Rebelión, 12 de julio de 2004. Toda la entrevista AQUÍ