Emerson sobre Austen


Me cuesta comprender por qué la gente conserva tantas novelas de la señorita Jane Austen. Me horroriza la domesticidad trivializadora y la atenuación de su ficción, vulgar en el tono, estéril en invención artística, aprisionada en las convenciones funestas de la sociedad inglesa, sin genio, ingenio o conocimiento del mundo. Nunca fue la vida tan comprimida y estrecha. El único problema que hay en la mente de la escritora en ambos relatos que he leído, Persuasión y Orgullo y prejuicio, es la posibilidad de casarse. Todo lo que interesa en todo personaje que se presenta sigue siendo esto: ¿Tiene él o ella el dinero para casarse y las condiciones necesarias? Digamos más bien que es “el frenesí de una desesperación íntima” de un internado inglés. El suicidio es más respetable.


RALPH WALDO EMERSON, Journal of Ralph Waldo Emerson: 1856-1863, ed. E. W. Emerson y W. E. Forbes, Boston, Houghton Mifflin, 1913, recogido por Sandra M. Gilbert y Susan Gubar en La loca del desván, Cátedra, Madrid, 1998, traducción de Carmen Martínez Gimeno