Cioran sobre Goethe


He intentado releer el Fausto, treinta años después. Sigue resultándome igualmente imposible: no consigo entrar en el mundo de Goethe. Sólo me gustan los escritores enfermos, heridos de una forma o de otra. Goethe sigue siendo para mí frío y envarado, alguien a quien no se nos ocurriría recurrir en un momento de angustia. No de él, sino de Kleist, es de quien nos sentimos próximos. Una vida sin fracasos importantes, misteriosos o sospechosos no nos seduce.


EMILE CIORAN, Cuadernos 1957-1972, Tusquets, Barcelona, 2000, traducción de Carlos Manzano, pág. 55.