Le dije: Por su emanación.
Como todas las cosas del mundo, los libros emanan su sustancia y no hay que leerlos para valorarlos, a veces, cuando se tiene los sentidos aptos para la emanación estética. La disposición de la caja, la cubierta, el título, el tamaño de las palabras, etc., todo unido representa, súbitamente, su valor.
–Pero… no le negará usted cierto valor…
El valor… relativo no tiene ya en nuestra época, tan llena de cascotes literarios de todas clases, sentido alguno.
–Pero, lea usted, lea usted los periódicos…
La idiotez de los periódicos se manifiesta especialmente a la muerte de los hombres y las mujeres más o menos famosos. En la muerte de este autor los periódicos han escrito otra novela tan Villa Fontana Rosa, tan cursi, tan vacía, tan como todas las suyas.
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ, Ideolojía (1897-1957), Anthropos, Barcelona, 1990, pág. 30.