Russell sobre Aristóteles


Aristóteles mantenía que las mujeres tienen menos dientes que los hombres; aunque estuvo casado dos veces, jamás se le ocurrió comprobar tal afirmación examinando la boca de sus esposas. También decía que los niños serían más sanos si eran concebidos cuando soplaba viento Norte. Uno deduce que las dos señoras de Aristóteles habrían de apresurarse todas las noches a salir y mirar la veleta, antes de irse a la cama. Afirma que el hombre mordido por un perro rabioso no se vuelve rabioso, pero sí cualquier otro animal; que la mordedura de musaraña es peligrosa para el caballo, especialmente si la musaraña está embarazada; que los elefantes víctimas de insomnio pueden ser curados frotándoles los hombros con sal, aceite de oliva y agua caliente, y así sucesivamente. No obstante, los cínicos directores de colegio, que jamás han observado un animal, excepto el gato y el perro, continúan elogiando a Aristóteles por su fidelidad a la observación.


BERTRAND RUSSELL, El impacto de la ciencia en la sociedad, Aguilar, 1967, traducción de Juan Novella Domingo.